31/1/12

|Quinto lunes de esperanza|

Se quedó esperando...pensando y esperando.


Javier agachó la cabeza y suspiró una vez más. Parecía que el día no se acababa, que las veinticuatro horas que dice tener se habían duplicado. Es cierto que nunca le gustaron los lunes, pero este ya era su quinto lunes de esperanza.
Los primeros tres lunes pasaron como si nada, sin inquietarse, o mejor dicho si, pero una inquietud limitada. El drama en cuestión, el absurdo, llegó en los siguientes dos lunes.
- Es cierto que la vida sigue una lógica? (le insinuó a Mariel pero sin querer escuchar una respuesta) porque sinceramente, conmigo se equivocó.
Por primera vez, o por enésima vez (eso no importa) le cuestionó a Dios. 
Cada pregunta aumentaba proporcionalmente su miedo, cada pensamiento se reía del anterior.


Las cosas no habían salido como planeó, había perdido el control de todas las cosas. Hasta pensó borrar y no publicar. Pensó olvidar, pensó...

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