En realidad, la atracción o el afecto
no son más que simpatía de la costumbre.
Adam Smith
Me acostumbré a vos, a tus besos, a tus abrazos.
Te acostumbré a mi, a mi lealtad, a mi incondicionalidad.
Me acostumbré al paso del tiempo.
Me acostumbré a los días, a las nubes, a los inviernos.
Me acostumbré a los otoños sin vos,
a los aniversarios sin besos.
Me acostubré a vos, a tus palabras, a tus sonrisas.
Te acostumbré a mi, a extrañarme, a buscarme.
Me acostumbré a luchar por vos, porque me gustaba.
Me acostumbré a llamarte, a escribirte.
Me acostumbré al frío, al deshielo, a vos.
Con el paso de las oportunidades, de las hadas y los magos
me acostumbré a verte solamente en fotos.
Debo admitir que me sorprendí a mi mismo,
acostumbrándome a todas y cada una de las cosas que me quitaste.
Me acostumbré a vos, a estar con vos, a vivir sin vos.
Pero mi alma no, ella no se acostumbró...
Y difícilmente lo haga.
2 comentarios:
me encantó
... y me encantó de verdad, de verdad verdadera, no de verdad a medias que es mentira a medias...
pero el "pero mi alma no, ella no se acostumbró...
Y difícilmente lo haga" me dejó una sensación a no-se-qué (o sí sé a qué, pero no sé cómo llamarla)
seguí seguí... que veo el libro cerca =)
=) gracias Pameliiiiniuuuu
yo si sé a que, y vos tmb! jajaja...
pero es todo ficción o no?....
....
.........o no????
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