23/11/10

| BoRrAr = GuArDaR |

"El que no pueda guardar sus pensamientos,
jamás sabrá  analizar grandes cosas"
Thomas Carlyle






El lugar se llenó de magia, las sensaciones que volaban en su panza, esta vez se habían trasladado hacia su mente. Congeladas por un espasmo racional, decidió poner fin a tal cárcel.
Sus miradas se cruzaban mentalmente... se conocían, no hizo falta hablar mucho, o si... pero cada palabra y cada sonido, hasta inclusive cada mueca de sus rostros, ya estaban diseñados por el creador desde hace millones de años. Sus alamas no concebían el por qué de tal tranquilidad. 
Las hojas del viejo árbol inmovilizaron su vaivén durante el tiempo que duró el hecho. El aire estaba calmo, como recientemente aplacado por una llovizna de primavera, y les daba un continuo respiro a esas bocas ambulantes, a esos ojos atrapantes, a esas almas soñadoras.


El levantó su cabeza y la imaginó... quería decir muchisimas cosas, pero prefirió borrar. El le dice que prefirió borrar, pero en realidad prefirió guardar. Guardar para más adelante, guardar para otro instante, guardar para cuando sea... guardar por si es necesario.


Los minutos fueron años, y los años, levemente se esfumaron... el se encontró sentado, regresando... como siempre, regresando.
No pensó que sería tan difícil. Sepa disculpar, sí pensó!


El escritor se abocó solamente en hablar de el, de sus sensaciones, de ese extraño ser parado bajo un árbol y sentado frente a un sueño.
El lector realmente desea saber de ella, desea conocerla, desea imaginarla...
Sin embargo no es mucho lo que el escritor puede decir de ella. No porque no la conozca, no porque no quiera, simplemente... porque prefiere borrar... prefiere guardar!

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