Martes. Tres de la tarde. Calor. Frío, calor.
Marta se levanta, ve a su mamá que calienta el agua para el mate, toma un pan que en unos pocos segundos se convertirá en 4 rodajas del mismo, y que en un futuro un poco más alejado terminará en una tostada bastante dura y untada por algún dulce extraño.
Marta extraña el campo, ella dice que no hay como un lunes en el campo, piensa y habla en voz alta. Llora. Hace unos años se mudó de vida. Una cosa es el famoso "moving out", pero esto era diferente, ella dejó todo, su casa, su familia, sus amigos, sus perros, sus peluches... su vida!
Marta, o "tita" como le suelen decir sus amigos tiene 9 años, es una petaca hermosa con unas trenzas que siempre estan recien hechas. Una sonrisa que le cambia el humor a todo el mundo. Tiene una carita hermosa, con la que me mira. Hay dos cosas en la vida que me pueden, una es la CocaCola y la otra, la mirada de Tita. Sin embargo, hace ya varios dias (meses o años, la verdad no lo recuerdo) que tita no me mira, tita no se rie, tita no es ella. No habla, no canta, no baila. Simplemente tita no está.
Nunca crei que se podía llegar al punto de necesitar tanto a alguien que cuando no está, tu cuerpo entero lo siente y pide que lo apagues, que lo pongas en off. Al menos hasta que vuelva tita.
Desde ese día no he visto el sol. Desde entonces las cortinas estan cerradas, las veredas sucias, y lo que es peor, yo tampoco volví a reir. Porque me falta algo, porque nos falta algo. Nos falta tita.
1 comentario:
Me encantó éste....
de verdad!
Me encanta cuando se redacta en lo simple!!!
Está bueno ésta parte del Emy escritor!! apoyo por ésta parte de vos!!
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